El patio
Ana Mercedes Vivas
Hay tantas ausencias repetidas
que ya no sé nombrarlas.
Llueve detrás de las lágrimas
y en el patio se esparce un aroma
a tierra humedecida y manzanas.
Sólo los fantasmas vinieron
a habitar esta casa,
–espectros hieráticos
despojados de su carne
y su silencio–.
Cruzo los puentes del tiempo,
mientras caen recuerdos,
convertidos en murmullos de piedra.
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