18 junio 2011

Las montañas.
RICARDO ROJAS

Yo tengo la obsesión de las montañas,
Como un delirio inmenso de grandeza,
Cuyas visiones pueblan mi cabeza
Con sus cumbres fantásticas y extrañas;

En su falda vestida de marañas
Descuella la inmortal naturaleza;

Y llevan, como feto de belleza,
Oro, fuego y carbón en las entrañas.

Por eso estos gigantes silenciosos
Subyugan con sus cuerpos de colosos
Cuya arteria es el cauce de un torrente ;

Su voz, la formidable de los vientos;

Y sus grandes y excelsos pensamientos,
Las águilas que vuelan de su frente.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Esta poesía la aprendí cuando era pequeña en la escuela primaria y aún hoy a los 77 años la recuerdo y la recito con la misma emoción que en aquel entonces.

Graciela Novillo dijo...

Yo también la aprendí en la escuela primaria, bellísima. granov47@yahoo.com.ar

Unknown dijo...

Yo la memoricé x haberla leído en un libro de texto de mi hno mayor...Fuentes de Vida creo que se llamaba...Es Hermosa y ese libro ..*bellísimo*

Unknown dijo...

Yo la memoricé x haberla leído en un libro de texto de mi hno mayor...Fuentes de Vida creo que se llamaba...Es Hermosa y ese libro ..*bellísimo*